Planetas Enanos y sus características

Los planetas enanos han sido fuente de curiosidad y preguntas frecuentes entre los entusiastas de la astronomía.

Es natural, ya que su existencia tal como la conocemos comenzó en el año 2006.

¿Te parece sorprendente? No te preocupes, continúa leyendo y pronto aclararás tus dudas.

¿A qué llamamos planetas enanos?

Entonces, ¿qué son exactamente estos misteriosos planetas enanos? ¡Vamos a aclarar el misterio!

Verás, la definición de «planetas enanos» implica algunos criterios específicos:

  1. Primero, deben estar en órbita alrededor de una estrella. En nuestro caso, esa estrella es nuestro querido Sol.
  2. Deben ser lo suficientemente masivos para tomar una forma equilibrada, similar a una esfera. Nada de figuras extrañas, como papas o rocas de formas caprichosas.
  3. Importante: no pueden ser lunas. Si giran alrededor de otro cuerpo celeste que no sea una estrella, no califican como planetas enanos. Entonces, nuestra Luna no entra en esta categoría.
  4. Y aquí llega el punto interesante: los planetas enanos no son unos barrenderos cósmicos. Si no han limpiado su vecindario orbital, es decir, si no han atraído y dominado a los pequeños compañeros celestiales en su órbita, entonces siguen siendo «planetoides», «cuerpos celestes» o «cosas en el espacio», pero no planetas enanos.

¡Ah, pero aquí viene el giro! Estos planetas enanos no eran una idea en 2006. La definición, la regla, todo eso, eso fue lo que comenzó a existir en 2006.

Pero, ¿significa esto que antes de 2006 había un vacío estelar de planetas enanos? En un universo de miles de millones de años, ¿surgieron estos enanos tan recientemente? ¿De verdad?

Respira tranquilo. Claro que no. No es que los planetas enanos hayan estado escondidos hasta 2006.

Lo que pasó es que en ese año, la Unión Astronómica Internacional se puso seria y dijo: «Amigos, esto es lo que llamaremos planetas enanos a partir de ahora».

Una especie de «resolviendo misterios cósmicos 101». Eso es todo. Estos objetos ya estaban en el vecindario cósmico desde hace mucho tiempo, pero finalmente les dieron su etiqueta en 2006.

¡Misterio resuelto!

¿Cómo se diferencian los planetas enanos de los planetas normales?

La distinción entre planetas enanos y los planetas normales, o simplemente «planetas», radica en un juego cósmico de limpieza y control.

Imagina el espacio como una vecindad cósmica. Los planetas normales son como esos vecinos ordenados y organizados que mantienen su jardín limpio y despejado de maleza. Han sido lo suficientemente efectivos para atraer o expulsar cualquier otro objeto grande que pase cerca de su órbita.

La Tierra, por ejemplo, tiene su fiel compañera, la Luna, pero esta orbita a nuestro alrededor y está bajo nuestro influjo gravitacional. La vecindad orbital de la Tierra está despejada, como un vecindario sin desorden.

Por otro lado, los planetas enanos son más como esos vecinos relajados cuyos patios traseros aún albergan tesoros y trastos. Su órbita no está tan «limpia». Podrías encontrar objetos que son ajenos al planeta enano y que deambulan libremente por su espacio. No han logrado ejercer un control gravitatorio total en su vecindario orbital.

La raíz de esta diferencia aún no es del todo clara para los científicos. Pero una sugerencia es que los planetas y los planetas enanos podrían tener orígenes distintos, y esto podría explicar por qué uno se convierte en el vecino limpio y organizado y el otro deja su órbita un poco más «desordenada».

Sin embargo, esta idea aún se encuentra en el territorio de las teorías sin confirmar.

Entonces, en resumen, los planetas enanos y los planetas se distinguen por su capacidad para mantener su vecindario orbital en orden.

Los planetas enanos aún tienen algunos objetos vagando libremente en su órbita, mientras que los planetas han establecido un control gravitatorio más efectivo. ¡Así que aquí tienes, el misterio de la limpieza cósmica!

¿Planetoides o planetas enanos? ¿Son lo mismo?

Aquí vamos a desenmarañar el enigma de los términos astronómicos.

Todo comenzó en el año 2006, cuando la Unión Astronómica Internacional (IAU) se reunió y rediseñó el panorama de los objetos celestes. Crearon tres categorías principales para abarcarlos todos: planetas, planetas enanos y cuerpos menores del sistema solar.

Primero, aclaremos lo que son planetas y planetas enanos. Ya sabemos que la diferencia se basa en la limpieza de su órbita; los planetas han limpiado su espacio de otros objetos grandes, mientras que los planetas enanos tienen vecindarios más desordenados.

Ahora, pasemos a los «cuerpos menores del sistema solar«. Estos son como los pequeños vecinos del espacio, pero no tienen la suficiente masa o gravedad para formar una esfera. No son satélites, sino más bien rocas o fragmentos más pequeños que no alcanzan la forma redondeada.

Y finalmente, los «planetas enanos» y los «planetas menores» o «planetas» solían ser términos intercambiables, pero la IAU estableció claramente que los «planetas menores» y «planetas» se referirían a los cuerpos más pequeños que no habían limpiado su órbita, es decir, los planetas enanos.

Por lo tanto, «planetoide» era la palabra que usábamos antes de 2006 para describir estos cuerpos menores del sistema solar. Pero ya está un poco anticuada y la IAU no la favorece.

Así que, en resumen, ¡los planetas enanos y los planetoides no son lo mismo! El primero se quedó, el segundo pasó a la historia y ahora sabemos cómo clasificar mejor a nuestros vecinos cósmicos.

Y… ¿Por qué se llaman planetas enanos?

¡Una gran pregunta! La verdad detrás del nombre «planetas enanos» es que, en su mayoría, estos cuerpos celestes son, efectivamente, más pequeños en comparación con los planetas tradicionales. Entonces, la denominación se ajusta en su mayoría.

Sin embargo, aquí viene el giro: no es una regla estricta. Técnicamente, podríamos encontrarnos con un planeta enano que supera en tamaño al pequeño Mercurio, que es el planeta más diminuto de nuestro sistema solar. La clave está en el vecindario orbital.

Si un cuerpo celeste no ha limpiado su órbita de otros objetos lo suficiente, ¡lo consideramos un planeta enano! Entonces, la nomenclatura no depende solo del tamaño, sino de la comunidad orbital.

Esto significa que, sí, la mayoría de las veces los planetas enanos son más pequeños, pero hay excepciones. La astronomía siempre nos guarda sorpresas.

Comparación de planetas enanos con la Tierra

Información sobre los planetas enanos

Vayamos más allá en nuestro viaje por el espacio y exploremos algunas características fascinantes de los planetas enanos:

Ubicación de los Planetas Enanos: Estos misteriosos mundos residen en el vasto escenario de nuestro Sistema Solar.

Es importante destacar que, en teoría, podríamos encontrar planetas enanos más allá de nuestro sistema estelar. Pero, en la práctica, el término «planeta enano» se aplica principalmente a esos cuerpos celestes que dan vueltas alrededor de nuestra estrella más cercana, el Sol.

Órbitas de los Planetas Enanos: Aquí radica una peculiaridad fundamental de los planetas enanos. A diferencia de las lunas, estos no son secuaces de otros planetas.

En otras palabras, no realizan sus órbitas alrededor de un planeta vecino. En su lugar, dan vueltas alrededor de una estrella. Y, en el contexto de nuestra discusión, esta estrella es nada menos que nuestro propio Sol.

Los planetas enanos son como diminutos navegantes solares, trazando sus órbitas alrededor de nuestra ardiente y dorada fuente de luz. Mantén tus ojos en el cielo y podrías descubrir estos pequeños exploradores espaciales mientras vagan por nuestro Sistema Solar.

¿Cuántos planetas enanos hay en el sistema solar?

En el sistema solar hay, actualmente, cinco planetas enanos. Aunque, en el futuro, es muy probable que se añada un sexto. Te hablamos de él en un apartado un poco más abajo.

Aquí están los cinco planetas enanos que hoy brillan en nuestra galaxia, cada uno con su propia historia y su posición única en el escenario estelar:

Plutón: Este es el famoso recién retirado, ubicado en las afueras del Sistema Solar. Si fuera una película, sería la estrella más conocida. Tiene un fiel amigo llamado Caronte que lo acompaña en sus aventuras.

Ceres: Ceres es como el agente secreto en el cinturón de asteroides, rodeado de asteroides y con algunos secuaces (o satélites). Situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, Ceres es un planeta enano muy pequeño (su diámetro es aproximadamente la distancia entre el norte y el sur de España). ¡Y tiene agua en su interior!

Ceres

Eris: Eris es el misterioso del Cinturón de Kuiper, una zona remota más allá de Plutón. Es como un lobo solitario en la oscuridad del espacio.

Haumea: Haumea es como la extravagante en el mismo Cinturón de Kuiper, una figura misteriosa conocida por su forma peculiar. Tiene forma elíptica y fue descubierto en 2003 por un español, José Luis Ortiz Moreno.

Makemake: Otro habitante del Cinturón de Kuiper, que brilla con su propia luz, aunque desde lejos. Tiene sus peculiaridades y su propio estilo.

Y, hablando del futuro, podríamos estar a punto de dar la bienvenida a un nuevo miembro de este club de planetas enanos. ¡Así que, como ves, la historia del Universo está lejos de su final!

¿Qué planetas enanos existen además de estos?

¿Y ya está? ¿Solo cinco planetas enanos? ¡No me engañes! ¿Qué planetas enanos se conocen además de los que ya hemos dicho?

Pues lo cierto es que, como tal, solo existen esos cinco. Pero esto podría cambiar en unos años, porque Hygiea está llamado a ser el siguiente planeta enano de la lista.

¿Qué es Hygiea?

De momento, todo lo que podemos decir sobre Hygiea es que es un asteroide que tiene las características de un planeta enano.

¿Y por qué todavía no se considera un planeta enano? Pues, simplemente, porque es algo que tiene que aprobar la UAI, y eso es un proceso burocrático que puede tardar años.

¿Sabías que ….

Es probable que, cuando mejoren las técnicas telescópicas, se añadan muchísimos más planetas enanos al Sistema Solar. Esto se debe a que el cinturón de Kuiper está repleto de asteroides que se conocen muy poco todavía.

En el futuro, es posible que se conozcan con mucha más profundidad los objetos que hay en el cinturón de Kuiper, y, por lo tanto, muchos de los asteroides actuales pasen a considerarse planetas enanos. Casos como el de Quaoar son un claro ejemplo de ello.

No obstante, hay que entender que, además de que están muy lejos y es difícil determinar si se cumplen o no todas las características que definen a un planeta enano, la aceptación o no como tal, depende de un proceso burocrático que puede tardar años.

Como ves, los planetas enanos son uno de los objetos celestes más curiosos del Sistema Solar. Sus características los sitúan a medio camino entre un asteroide y un planeta… ¡Y algunos de ellos tienen agua en su interior!

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